Están bajando las temperaturas y el
invierno está muy cerca... ¡hasta el jinete con más afición se lo piensa antes
de ponerse las botas en los días más fríos!
En otoño es el mejor momento para revisar las mantas de invierno y asegurarnos de que estén limpias y en perfectas condiciones para su uso. Si no es así, puedes pasar por tu tienda Decathlon más cercana y preguntar por los servicios de arreglo, desinfección y lavado de mantas.
Si por el contrario lo que necesitas es una nueva, ahora que no ha empezado el frío intenso, es el mejor momento de comprarla. Lo recomendable es contar con una manta fina de entretiempo, las de
forro polar son una buena opción ya que además la podrás utilizar para secar a tu caballo después del trabajo intenso, una manta gorda o edredón para la cuadra, y
una manta con membrana impermeable para poder salir al caminador y el prado en los días de lluvia, lo mejor es completar la manta con un
cubre cuellos. Para empezar el calentamiento y para terminar la sesión de trabajo una
manta riñonera o de presentación también es necesaria. Es importante ser consciente de la región en la que vivimos y la temperatura a la que va a estar sometido nuestro caballo, ya que no necesitará la misma manta un caballo que esta estabulado en Asturias que uno de Sevilla.
Un problema que nos puede surgir estos meses de frío es el tiempo que tenemos para trabajar al caballo. Tenemos prisa y no paseamos lo suficiente ni al comienzo ni al final del entrenamiento. Por lo que metemos al caballo mojado de sudor al box, y con la comida puesta. Es muy importante que antes de dejarle comer le pongamos una
manta de secado, y esperemos a que respire con normalidad, y una vez seco cambiemos la manta mojada por la manta de cuadra. Así evitaremos que resude y será más complicado que se enfríe o le de un cólico. Por eso es importante que estén esquilados cuando llega el frío, no solo por estética, sino por la importancia de que nuestro compañero se seque rápidamente. Puedes encargar que te esquilen el caballo, pero si quieres hacerlo tú mismo, en cualquiera de nuestras tiendas podrás alquilar una esquiladora. Existen diferentes tipos de esquilado en función de las necesidades de cada uno.

Si al frío y los horarios cambiantes que vendrán más adelante en Navidad le sumamos que los caballos beben menos porque no les gusta el agua fría, los cólicos aumentan notablemente. Un truco para asegurarnos de la buena hidratación de nuestro compañero es darle agua templada(18-20ºC) y, si por alguna razón, sigue sin beber suficiente, se le puede añadir una pizca de sal. Si en la cuadra no tienes agua caliente puedes llevarla de casa en una bolsa para agua caliente, ya que guardan la temperatura durante horas.
Por otra parte, si se aburren y no tienen suficiente forraje, puede darles por comerse su cama y terminaremos pasando la noche con el veterinario... Por eso si le proporcionamos heno suave, le mantendremos entretenido sin dañar su flora intestinal. No es mala idea añadir antioxidantes que contengan vitamina C para evitar resfriados, y mejorar el estado general de nuestro caballo.
Algunos jinetes en Navidad encontramos más tiempo para dedicarle a nuestro caballo, ya que tenemos días libres. Si las sesiones de entrenamiento se van a aumentar es importante subir la dosis de pienso para que no adelgacen. Si por el contrario no podemos montar, y el trabajo del caballo va a ser menor que el de costumbre, habría que bajar el pienso y subir el forraje.
El día de Navidad y Año Nuevo a nuestro caballo o pony le haremos un gran favor si en vez de darle ración doble de comida, por que nos de pena que no tenga regalos de Navidad, le demos unas cuantas zanahorias.
Otra opción es dejar estas fechas a nuestro compañero descansar en el prado, pero es importante asegurarnos que está en buenas condiciones el terreno, y proporcionarle una
manta de campo impermeable y del grosor adecuado para que no pase frío ni sude.